Esta enfermedad, también llamada Bartonellosis, es causada por una proteobacteria, la Bartonella hensalae. Es una enfermedad benigna, no grave y generalmente no requiere tratamiento.
Es transmitida por los gatos, sobre todo los pequeños y también es más probable que la sufran niños después de un arañazo, como lo indica su nombre. El gato se contagia por medio de pulgas que también están infectadas o propagarse por medio de la saliva del gato en superficies mucosas como nariz, boca u ojos.
Síntomas:
Unos 3 o 10 días después empiezan a surgir los síntomas que son:
– Protuberancia o ampolla en el sitio de la lesión.
– Fatiga
– Fiebre
– Dolor de cabeza
– Inflamación de los ganglios linfáticos.
– Molestia general
– Inapetencia
– Dolor de garganta
– Pérdida de peso.
A menudo no se detecta pues es difícil de diagnosticar, pero exámenes de laboratorio y físicos específicos pueden hacerlo. Normalmente no requiere tratamiento, pero a veces algunos antibióticos pueden ayudar.
Las personas con sistema inmunológico sano sanan perfectamente, pero quienes tienen algún padecimiento que lo debilita requieren forzosamente un tratamiento completo y observación.
PREVENCIÓN
– Lavarse bien las manos al jugar con los gatos, sobre todo si hay algún arañazo o mordida.
– Jugar con ellos sin que muerdan o rasguñen.
– No permitir que laman la piel, mucho menos si hay heridas o mucosas expuestas.
– Despulgar a los gatos elimina gran parte del problema.
– No tocar a los gatos callejeros.